En un espacio donde antiguamente existía una conceptuada librería, está ahora un agradable café-bar que a pesar de mantener el mismo nombre (Casa del Libro), presenta un concepto totalmente nuevo.
En este lugar siempre rodeados de libros repartidos por las diversas salas de paredes centenarias, ahora también se sirven cócteles, tés o un vaso de vino, o degustar un producto gourmet, envueltos por el sonido de la música en vivo (del soul al jazz, o apenas del piano de cola).
Cuidadosamente decorado, en este bar, la intemporalidad de los libros y la variedad de los varios sonidos musicales contribuyen al despertar de nuevos sentidos.