Al fondo de la Rua de Santa Catarina, ya en la Plaza de la Batalla, se puede ver el gran edificio del Teatro Nacional de San Juan, con sus columnas jónicas y alusiones a la representación clásica.
Este edificio fue construido por decisión de Francisco de Almada y Mendonça, encargado al arquitecto italiano Vicente Mazzoneschi e inaugurado con el nombre de Real Teatro de San Juan en 1794. En 1908, un violento incendio destruyó este edificio, pero en 1911, José Marques da Silva toma mano en el proyecto de reconstrucción y fue nuevamente inaugurado en 1920.
A finales del siglo XX el estado compra el edificio y allí se pasa a instalar el actual teatro con el nombre que hoy se conoce. El edificio es escenario de eventos, siendo su principal foco la representación, pero cuenta con más expresiones artísticas en su espacio.